Una sencilla frase. Directa y emotiva. Pero una frase tan personal como sincera. Una frase de entrega, de confianza y de plena tranquilidad.
En realidad, esto es lo que nos transmiten muchos de los novios e invitados con los que hemos tenido la fortuna de compartir ese día tan especial, el de su boda, en todo este maldito (y ya muy largo) tiempo de coronavirus. ¡Así se expresan! Ni quitamos ni ponemos.
Es natural. Tantos días de incertidumbre, de inseguridades y de miedos nos lleva a buscar un mínimo resquicio de olvido y sosiego. Y las bodas, responsables y con garantías, se han convertido en una de esas vías de escape tan necesarias. Han pasado a ser ese oasis de encuentro, paz y confianza. Unas horas tan especiales durante las que perdemos la perspectiva de la realidad y que nos permiten evadirnos con la seguridad de que todo va a salir bien.
Dos palabras que mascullan franqueza y naturalidad. Y con las que nos sentimos sumamente agradecidos por tanto esfuerzo y tanta confianza mutua. Una frase de ánimo que nos reconforta, que nos motiva a seguir adelante, que nos da fuerzas.
Ya decíamos en un post anterior que es normal, incluso que es humano tener que despachar miedos y convivir con todas las dudas del mundo ante un día así: ¿Será seguro casarse con Covid? ¿Estarán todos los míos protegidos? ¿Podré celebrar mi boda con plenas garantías? ¡Y la respuesta es que sí! Que existen los profesionales y los lugares que garantizan todo eso y que aseguran un día inolvidable.
Durante todo este tiempo, y así lo seguimos haciendo, no hemos hecho otra cosa más que volcar toda nuestra profesionalidad y experiencia para conseguir que todo salga bien. Y ese parece ser el resultado. Ahora más que nunca se hace necesario ese poso de credibilidad que dan los años y el éxito compartido. Y aquí van diez razones para confiar en INbodas y en su equipo. Diez razones, que podrían ser muchas más, que justifican un proyecto y una decisión tan importante en tiempos de pandemia, en tiempos de coronavirus.
Así que ese “¡Necesitábamos esto!” es también un ¡”Os necesitábamos”!, agradecido y sincero.
Una de las grandes ventajas es, sin duda, que en INbodas contamos con fincas en exclusiva, lo que quiere decir que no compartimos espacios como, por ejemplo, puede ocurrir en un hotel. Nuestros entornos son únicos y cerrados para los novios y sus invitados. Solo para ellos, lo que proporciona una plena tranquilidad.
En una entrada anterior ya hablábamos de nuestras cinco exclusivas fincas como el mejor antídoto contra el virus. Cinco lugares mágicos, luminosos, abiertos a la naturaleza. Bellos. Seguros.
En INbodas, como no podría ser de otra forma, hemos adoptado todas las medidas de seguridad necesarias e imprescindibles. Nuestra mejor carta de presentación es nuestra escrupulosa responsabilidad.
Las fincas y salones están absolutamente desinfectados. Y, por supuesto, los cocteles son individuales -sin compartir bandejas- que proporcionan plena seguridad y autonomía en una finca de cientos de metros cuadrados.
Y como medidas específicas podemos destacar que una de nuestras empleadas/os está desinfectando constantemente las zonas comunes, que nuestras instalaciones de climatización cuentan con ozono para la desinfección y limpieza de conductos como tratamiento preventivo frente al Covid-19 o que los cubiertos son esterilizados por rayos ultravioleta. No hay nada que quede sujeto al azar.
La gran virtud de nuestra empresa, producto de tantos años en el trabajo, es que somos capaces de adaptarnos a las circunstancias, a las necesidades y exigencias de cada momento. Vamos modificando y acomodando nuestros protocolos para lograr no solo cumplir con el reglamento específico sino, lo que es más importante, satisfacer la tranquilidad de todos los que confían en nosotros.
Nuestra garantía es que contamos con la experiencia acumulada en la puesta en marcha y celebración de más de cien eventos durante todo este periodo de pandemia.
Y en todo este tiempo hemos tenido la facultad de estudiar y adaptar nuestras necesidades y criterios a las características de cada boda con el fin de conseguir la brillantez en el resultado final.
No todas las celebraciones son iguales ni debemos considerar todos nuestros eventos como gemelos. No compartimos el ‘copia-pega’. Creemos en las particularidades de cada acto y en las diferencias de aquellos que lo llevan a cabo.
Y resultado de todo ello es que durante todo este tiempo de pandemia, en el que, como ya hemos comentado, hemos puesto en marcha más de cien eventos, no se ha constatado ningún caso de coronavirus.
Ahora más que nunca la satisfacción es plena y la tranquilidad mayúscula por el buen hacer.
Los novios deben saber que todos los servicios que aparecen reseñados en el contrato de INbodas, absolutamente todos, se pueden dar perfectamente.
Es verdad, que adaptándolos a las nuevas circunstancias (como ocurre en todos los sectores), pero todo lo recogido en él se puede celebrar. Por ese lado, deben estar completamente tranquilos.
Conviene subrayar aquí que los banquetes no han sufrido ninguna diferencia ni transformación como resultado de la pandemia. Seguimos manteniendo el mismo criterio.
Y, como siempre, existe la posibilidad de celebrarlo al aire libre o en un salón interior, si así lo desean los novios y les resulta más cómodo. Por supuesto, en uno u otro caso las medidas son igual de exigentes.
En este capítulo, nos parece interesante también remitiros a otro de los post de este mismo blog y en el que hablábamos de la celebración de bodas de ensueño en el campo. Una inevitable transformación que está teniendo lugar en el ámbito de las bodas.
Las circunstancias provocadas por la pandemia han obligado a trasladar las bodas a la franja de día. La comida como celebración. Pero esa eventualidad, que a primera vista podría plantearse como un problema -tradicionalmente nuestras bodas han sido de noche-, se ha convertido en una magnífica oportunidad, con un espléndido resultado.
Novios e invitados quedan encantados porque descubren un nuevo modo de plantear ese día inolvidable, al margen de las tradiciones adquiridas. Diferente. Único. Y de plena satisfacción para todos.
No cabe duda, las bodas han pasado a ser mucho más emotivas, más simbólicas. En un post anterior ya hablábamos de ese cambio de tendencia. De esa transformación hacia una mayor concienciación individual y social. Hacia un escenario en el que la armonía será la clave.
Armonía, naturaleza y emociones que definirán este año que acaba de arrancar. Un año en el que cobrarán importancia las bodas sencillas, auténticas, cercanas, íntimas. Como ya estamos comprobando. Circunstancias que, sin duda, facilitan el resultado y el éxito final.
Por tanto, en estos tiempos, la principal preocupación de INbodas es que tanto las parejas como los invitados se sientan absolutamente seguros. Ese es nuestro principal objetivo. Y así lo hemos podido constatar en los muchos comentarios que hemos ido recibiendo durante todos estos meses.
“Nos han ayudado y tranquilizado mucho”. “Nos han dado un gran empujón”. “Gran equipo de profesionales”. “Ambiente perfecto y fenomenal organización”. “Fincas espectaculares y cuidadas al detalle”. “Espacios de ensueño”. “Comida espectacular”… Son algunas de las opiniones que han ido vertiendo las parejas en nuestra web. Y las queremos reflejar aquí no solo como una muestra de confianza sino también de apoyo para los futuros novios, que deben contar con la mayor ayuda posible. Gracias, de corazón, a unos y a otros.